Director/a: Gabriela Zunino
Codirector/a: Gisela Negrín
Integrantes:
El principal problema que se propone estudiar es el del funcionamiento inadecuado de nuestro sistema de salud y la consecuente violación del derecho a la salud. La bibliografía científica muestra consenso en que el sistema no logra brindar cuidados integra les ni atención apropiada para diversas problemáticas de salud - enfermedad - cuidado; las razones son múltiples y suelen resumirse en la fragmentación, heterogeneidad y desarticulación de nuestro sistema de salud. Los obstáculos para el acceso a una atención - cuidado adecuados refieren no sólo a aspectos económicos o geográficos sino también a diversos aspectos relativos a dificultades en el acceso a la información, a la comunicación entre trabajadoras/es y entre éstos y los/as usuarios/as, a la disponibilidad de los recursos materiales y de personal - trabajador de la salud, a la articulación entre efectores de los distintos niveles de atención y entre subsectores (público, privado y obras sociales), así como a las condiciones de trabajo del personal de salud. En suma a las cuestiones mencionadas hemos registrado en investigaciones previas la discriminación o diferencias en la atención según la condición social de los/as usuarios/as, así como la desatención de determinadas problemáticas de salud que se encuentran invisibilizadas para el propio sistema de salud. Es de esperar que en el contexto de aumento de las desigualdades sociales de los últimos años al que se suma la orientación sociopolítica actual en favor de la reducción del Estado, la falta de garantía del derecho a la salud se profundice aún más. Es así que este proyecto se propone dar continuidad a los desarrollados previamente en los que se buscó describir procesos y aspectos estructurales presentes en el sistema de salud de la Provincia de Buenos Aires (PBA) y del Área Metropolitana (AMBA) que limitan el acceso y el uso adecuado de los recursos sanitarios, y que dificultan las acciones de atención/cuidado de las/os trabajadoras/es de salud. En esos proyectos no se focalizó en el análisis del primer nivel de atención pero el mismo fue destacado por los/as trabajadores de la salud (tanto por sus aspectos negativos como positivos) como clave para el funcionamiento del sistema; es por ello que se propone ahora abordar el análisis de su funcionamiento y capacidad de respuesta. Es de suponer que en la medida en que aumenta la cantidad de población vulnerada, el primer nivel de atención adquiere una dimensión de particular importancia en tanto espacio que posibilita el acceso al sistema de salud de dicha población. Si bien la teoría científica reconoce que este nivel no ha ocupado completamente el lugar esperado como puerta de entrada al sistema, sí establece que los equipos de los centros de atención primaria constituyen importantes espacios de interface con la población y con los actores del barrio. “Su trayectoria en el territorio, los convierte en el principal actor capaz de sostener acciones sanitarias en el tiempo.” (Chiara, 2020). Tal como es concebido el primer nivel de atención se espera que las acciones llevadas a cabo desde el mismo resuelvan aspectos de la atención - cuidado en salud antes de que los/as usuarios/as recurran a los otros niveles; es conocido que esto no ocurre habitualmente, en parte por la desintegración del sistema y las consecuentes dificultades para la articulación entre niveles, y en parte también por el abordaje de la salud enfermedad que la propia población concibe. Se suma a la desarticulación mencionada, la gran heterogeneidad que aportan los efectores en sus modelos de atención lo cual genera enormes asimetrías y en muchos casos una grave desprotección de la salud. Estas dificultades que hemos registrado también en investigaciones previas redundan en una alta ineficiencia del sistema. En esas investigaciones se ha destacado asimismo que ante la falta de capacidad de respuesta, tanto los/as trabajadores/as como usuarios/as despliegan estrategias informales para garantizar el acceso y dar continuidad a la asistencia. Reconocer este tipo de estrategias utilizadas desde el primer nivel de atención e identificar aquellas que podrían formalizarse en el contexto estudiado permitirá proponer modificaciones para el nivel analizado y para el sistema de salud en su conjunto
