Director/a: Diana Garcilazo
Codirector/a: Mariel Verónica Giménez
Integrantes:
El patriarcado, en tanto forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo del varón, establece la superioridad de éste sobre las mujeres y otras identidades no cis-heteronormadas. En su definición más amplia, el patriarcado es la manifestación y la institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y niños/as de la familia y la ampliación de ese dominio masculino sobre las mujeres a la sociedad en general. Este ordenamiento de poder está presente en acciones cotidianas en todos los ámbitos de la vida social” (Lineamientos,2023) Uno de los ámbitos en donde se expresa ese ordenamiento, es el laboral. De hecho, la Organización Internacional del Trabajo a través del Convenio 190, ratificado por la República Argentina en diciembre de 2020 mediante Ley Nº 27580, señala que la violencia y el acoso en el mundo del trabajo sigue siendo un problema generalizado. Con dicho compromiso asumido desde el Estado, se torna necesaria la implementación de dicho convenio para las distintas relaciones laborales existentes en el sector público y privado. Se establece así la obligación por parte del empleador de garantizar espacios laborales libres de violencia y acoso y las debidas medidas para su prevención. Este proyecto se enmarca en la necesidad de reconocer las diferentes situaciones de violencias sufridas en el campo de las prácticas en salud en el ámbito público. El sistema de salud en tanto organización del trabajo, presenta características específicas en su día a día tanto en las dinámicas laborales, jerarquías explícitas e implícitas, distribución de los espacios, y creencias que lo habitan. En ese sentido, la Dirección Provincial de Políticas Sanitarias de Cuidado para la erradicación de las violencias, dependiente de la Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencia en el Ámbito de la Salud Pública del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires asume la tarea de iniciar un proceso de despatriarcalización, desheteronormativización, descisexualización y descolonización de nuestras prácticas, a partir de reconocer que el género, el sexo y la sexualidad son construcciones coloniales que continúan perpetuando relaciones de opresión y exclusión en el sistema de salud. Solo en el período del 2020 a 2023 desde la Dirección Provincial de Políticas Sanitarias de Cuidado para la erradicación de las violencias, se abordaron 278 situaciones de violencia laboral, de las cuales 100 fueron registradas como situaciones de conflictos laborales y se acompañaron 305 situaciones de trabajadoras de la salud en situación de violencia por razones de género, con 224 otorgamiento de licencia en el marco de la ley provincial 14.893. Desde hace tiempo la respuesta frente a la violencia contra las mujeres, a través de los equipos técnicos ha sido ofrecer acompañamiento, medidas de cuidado y asesoramiento, sin incluir un abordaje integral con el varón denunciado. En ese sentido, este proyecto apunta a dar herramientas para el dispositivo que aborda a los varones que ejercen violencias. Se toma como punto de partida la demanda que surge para cubrir la vacancia “qué hacer con el varón trabajador denunciado”, entendiendo que lo punitivo y sancionatorio no son suficientes se piensa en un dispositivo que habilite la posibilidad de transformar las lógicas patriarcales instituidas. Es menester pensar el alcance del dispositivo como parte de las estrategias para atender y abordar la violencia en los espacios laborales de salud pública superando las intervenciones punitivistas, o el simple “traslado de sector o de cambio de horario”. Por otro lado abrir el campo de posibilidades a las sugerencias que sean necesarias en lo individual en cuanto a contención, apoyo, solidaridad entre compañeros/as tanto para el denunciante como para el denunciado.
